Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2019

Historia en primera persona

Imagen
Tenía 27 años y  dos hijos chiquitos. Vivía en un país muy muy lejano. Y estaba muy muy sola. A veces, no tenía para comer. A veces no podía elegir. Un día, sentí un cosquilleo en la panza. Uno que ya había sentido antes. Inequívoco. Único. Chispa de vida. Ningún test iba a darme más certeza de la que sentía en mis entrañas. Estaba otra vez embarazada. Otro hijo no deseado. No buscado. Y la opción del aborto (que nunca antes había apoyado ni entendido) parecía la opción más acertada... Conocí gente afín, grupos enteros, me conseguían las pastillas, me daban tutoriales, información. Solo bastaba decidirme. Y lo pensé. Lo consulté con gente querida. Lo consideré seriamente... Y decidí. Porque si bien era MI cuerpo, mi triste y difícil realidad, mi hijo no tenía la culpa de mis malas decisiones. Porque era la salida fácil. Porque era arrancar un problema de raíz (de la raíz de mi mismo cuerpo) y resignarme a vivir con la culpa de haberlo hecho.